Soy felíz en mi trabajo

Soy felíz en mi trabajo

Soy felíz en mi trabajo

¿Qué se requiere para sentirse feliz en lo que haces?

 

Antes que nada, habría que definir felicidad, término muy subjetivo y con variados significados según la persona.

 

Muchos al hablar de la felicidad en el trabajo, se refieren al éxito y a los logros personales, y es cierto, son la fuente de grandes satisfacciones. Pero cada persona tiene límites diferentes y metas distintas. Cuando se aspira a cumplir las metas de otros compañeros, se estará mucho tiempo esperando lograr algo que a lo mejor no es la meta personal, es por esto, que no hay que tomar prestadas metas o sueños ajenos y más bien definir claramente, el significado personal de la satisfacción diaria por el trabajo realizado y del éxito en todas las categorías de vida. Vivir y hacerlo bajo ese concepto todo el tiempo, sin sacrificar ningún factor y no esperar a la edad de retiro para lograrlo.

 

Una vez, con claridad sobre la meta de satisfacción diaria, es posible darse cuenta que muy probablemente ya se haya logrado y se sigue buscando la felicidad como algo que no llega jamás… porque ahí está y no se ha sabido apreciar.

 

Los líderes ambiciosos tienden a perseguir carreras demandantes, mientras más avanzan, es importante que vayan a la par los avances en el desarrollo personal y la constancia en el soporte de la familia, que solo se propicia y logra con la convivencia y atención.

 

Cada persona toma las cosas de manera diferente, lo importante, es nunca olvidar que todas las personas tienen opciones y la capacidad de elegir.

 

Lo difícil no es encontrar opciones y oportunidades, sino más bien, considerar siempre las consecuencias que cada una de ellas tendrá.

Para hacer un repaso de las condiciones necesarias para ser feliz en el trabajo, se toma en cuenta lo siguiente:

 

INTEGRIDAD FÍSICA

 

-La seguridad en el trabajo, estar tranquilo de que no hay peligros que pongan en riesgo la integridad.

 

-La salud física es muy importante, cuando se duerme bien y se come sanamente, hay mayores probabilidades de que todo funcione mejor.

 

-Pausas activas que ayudan a que el organismo no se quede horas en la misma posición y ayudan a que la mente también descanse y mejore la concentración, además de que aumentan los momentos de convivencia y camaradería entre los compañeros de trabajo.

 

Entorno y ambiente de trabajo

 

Cuando se trabaja en un lugar en el que se siente la confianza de los líderes y donde la cultura de la empresa valora más la productividad de su personal, que las horas de presencia, fomentando el que exista cierta autonomía y flexibilidad, es muy factible que se obtengan mejores resultados, sobre todo, si está muy claro lo que se espera de cada persona, su puesto está bien definido y se fomenta la comunicación clara entre compañeros y principalmente con su jefe directo.

 

Líderes y entorno de trabajo

 

Cuando se trabaja con un líder que motiva e inspira para hacer las cosas cotidianas de la mejor manera, sin ser excesivamente controlador y quien pone el ejemplo de autogestionarse.

 

Es decir, aquél que sabe manejar sus emociones e impulsos y es consciente de las necesidades sentimientos y preocupaciones de otros.

 

Un ejemplo así permea en todo el equipo de trabajo que será capaz de comunicarse de manera asertiva, y siguiendo el ejemplo del jefe, será capaz de tratarse con respeto y amabilidad, evitando que se presenten situaciones de violencia o acoso laboral o inmediatamente detactándolas y poniéndoles un punto final, sin dejar que se vuelvan hábitos en la organización.

 

Trabajar en equipo puede ser complicado, pero trabajar hacia el interior de uno mismo, es mucho más enriquecedor y se refleja en mejores resultados de manera individual y general.

Para lograr esto, se recomienda:

 

1.- Tomar consciencia

Lo primero que se debe hacer es poner a un lado aquellos pensamientos comparativos que sitúan a la persona como inferior a los demás, ubicar las fortalezas y habilidades y considerarlas como valiosos activos al servicio del equipo.

 

Sentir la importancia propia como parte del engranaje del equipo, aún cuando la aportación sea sencilla o mínima, refuerza la actitud positiva y de seguridad, que genera en los demás una buena respuesta. Es importante no llegar al punto de la supervaluación pues se corre el riesgo de pasar de una actitud segura, a una actitud de autosuficiencia y distancia que no llevará a los resultados deseados.

 

2.- Gratitud

Ya contando con la actitud equilibrada y positiva, lo siguiente es gratitud. A todas las personas les agrada sentirse apreciadas, sin embargo en el centro de trabajo es el lugar donde menos tienden las personas a demostrar gratitud a pesar de ser el lugar donde pasan la mayor parte del día

 

3.- Decir un no sincero.

Muchísimas veces las personas sienten compromiso por responder de una manera “esperada” por las conveniencias de la sociedad o porque el equipo espera determinada respuesta, lo que lleva a generar compromisos que en realidad no se querían cumplir generando incomodidad en todas las partes involucradas y una acción que generalmente no se cumple o se hace incompleta o de mala gana.

 

4.- Poner el bien común por encima del propio.

Evitar o disminuir el efecto de la “territorialidad”, expresada habitualmente con frases como “esto no es competencia mía” o “esto no me corresponde a mí”, mediante el cual se trata de no responsabilizarse de nada de lo que está sucediendo.

 

Este problema se acentúa cuando existen proyectos en donde la participación y las responsabilidades se extienden a varias personas.

 

5.- Generar un compromiso real con el equipo
Implica ceder un poco de individualidad a favor de la colectividad. Esto quiere decir que los logros y los fracasos son de todos, tal como ocurre en un equipo deportivo, donde la responsabilidad es compartida tanto para resolver los problemas como celebrar los triunfos.

 

6.- Antes de lograr ser un buen miembro de un equipo, es importante trabajar en el equilibrio personal
Tomarse un tiempo diariamente para meditar o practicar mindfulness, ayuda mucho a aclarar el pensamiento y sentirse en equilibrio con mayor capacidad de empatía hacia los demás, mayor control de las emociones y claridad para pensar en soluciones de manera creativa para los problemas que se presentan cotidianamente.

 

7.- Es importante agendar Cada actividad que se debe realizar en el día y la combinarlo con la habilidad de priorizar la lista de pendientes, para poder liberar la mente de la carga emocional y el estrés que puede generar un exceso de tareas, las cuales muchas veces son factibles de delegar y así resolverse simultáneamente con otras de mayor trascendencia.

 

De esta manera, la vida personal podrá equilibrarse mejor con la vida laboral, sin vivir en competencia y produciendo un nivel de satisfacción elevado.

 

No hay que dejar de considerar que toda persona que trabaja, cumple una función enfocada en lograr ciertos objetivos y que paralelo a eso, hay una vida que cuando ese trabajo no exista, será lo que permanecerá.

 

Lo anterior, permitirá que aumente la satisfacción por lo que se hace diariamente, así como el equilibrio de la vida laboral con la familia.

 

Así es como se logra el ciclo del progreso: La felicidad interior de un individuo produce buen desempeño, el buen desempeño, conlleva progreso y éste a su vez, produce la felicidad interna del individuo.

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