Las enfermedades respiratorias son causa importante de atención en los centros hospitalarios y en la consulta externa. En México, el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría de Salud reportó 1,724,742 casos de infección de vías respiratorias en enero de 2017 y 1,866,660 en enero de 2018. De estas enfermedades, la influenza fue la que dio importancia al uso de la estrategia “Etiqueta de tos”, que consiste en dar a conocer y aplicar las medidas generales que deben tomar familiares, acompañantes, visitantes y todo el personal de salud para evitar la transmisión de infecciones respiratorias.

Epidemia se puede definir como

• un incidente en el cual dos o mas personas experimentan enfermedades con síntomas similares y que se encuentran unidas en tiempo o lugar.
• Un evento sospechoso, actual o anticipado, que involucra contaminación bacteriana de agua o alimentos
• Un rango mayor de lo esperado de procesos infecciosos comparado con el rango promedio en un determinado lugar

Además de la influenza, existen en el medio ambiente diferentes virus que producen síntomas similares y que también se propagan a través de las partículas que se expulsan al aire cuando una persona infectada tose o estornuda. Estas partículas pueden viajar cerca de dos metros y aterrizar directamente en las membranas de mucosas de ojos, nariz, labios o boca de otra persona e infectarlo. De igual manera, también pueden aterrizar en superficies que después entren en contacto con las membranas mucosas de otra persona a través del contacto manual, como puede ser al abrir la cerradura de una puerta, utilizar un teclado, etc. Por lo tanto, mientras más lleno de gente esté el lugar, mayor será el riesgo de transmisión.

Diariamente se comparte el espacio de trabajo con varias personas y por lo tanto aumenta la posibilidad de contagio de enfermedades, ya que no todas las personas tienen la misma salud ni las mismas defensas.

La mayoría de los resfríos son transmitidos vía aérea, para evitar el contagio de estos se requieren ciertos cuidados mínimos tales como lavarse las manos con frecuencia, cuidar la alimentación y descansar lo más posible. Por ejemplo, dormir las ocho horas diarias permite recuperar energías y optimizar las condiciones del sistema inmune para prevenir cualquier tipo de enfermedad. Por otro lado, una dieta balanceada ayuda al organismo a absorber todas las vitaminas y los nutrientes que necesita para mantenerse en perfectas condiciones.

En cuanto al área de trabajo la limpieza y ventilación son dos aspectos que se deben tener muy en cuenta, pues impiden que los virus se propaguen fácilmente. Algunas acciones que se puede llevar a cabo para evitar esto son:

1. Ventilación del espacio de trabajo (mantener puertas y ventanas abiertas durante unos minutos al menos dos veces al día)
2. Mantener una temperatura adecuada
3. Desinfección periódica de los utensilios de trabajos (al menos una vez al mes)
4. Evitar lugares donde la gente y los gérmenes se congregan
5. Desinfectar/lavarse las manos antes de comer
6. Mantener limpias las perillas de las puertas, teclados de computadoras, mouse, etc.

En caso de ser el portador de una gripe se sugiere que:

1. Pedir una incapacidad o trabajar desde casa en caso de ser necesario
2. Usar cubrebocas
3. Caminar un poco para mantenerse caliente
4. Limpiar superficies después de tocarlas
5. Evitar el contacto físico con otras personas
6. Limitar la interacción con los demás en la medida de lo posible
7. Usar desinfectante para manos
8. Considerar la etiqueta respiratoria