Muchas veces el miedo a cometer errores y perder el trabajo, impiden que brillantes ideas sean dadas a conocer.

El saber que se pueden cometer errores sin riesgo de sufrir castigos hace que el equipo se sienta mas comprometido y pueda desarrollar habilidades que de otra forma, no lograría. Por esto, se deben tener muy claras las metas y las expectativas, no solo de manera personal, si no también del equipo en general.

Y es que en muchas ocasiones se relaciona la satisfacción en el trabajo con recompensas económicas, cuando en realidad, en la mayoría de los casos, la insatisfacción tiene otros factores como origen, principalmente, el sentir que no se puede aportar o que no hay manera de comunicarse con los supervisores directos por falta de tiempo y atención de éstos, quienes siempre deben tener en cuenta la frase de Fujio Cho director honorario de Toyota y que hoy es parte de los principios de la manufactura esbelta: “Acércate a ver, pregunta porqué y demuestra respeto”

Es necesario hacer consciencia de que la retroalimentación comúnmente produce nervios y ansiedad tanto en quien la recibe, como quien es encargado de darla, pues tampoco es fácil hablar con un compañero y hacerle ver lo que a juicio propio puede ser superable, por lo que considerar sentir empatía con la otra persona es recomendable, en vez de ponerse a la defensiva y aceptar la incomodidad de la situación como algo normal, sin embargo, teniendo esto en cuenta y con una actitud humilde, autocrítica y aceptando los errores cometidos, es mucho mas fácil recibir y hacer cualquier comentario, sin interrumpir y con la intención y capacidad de detectar las áreas de oportunidad para generar estrategias de mejora.

Los compañeros de trabajo son las personas con quienes se convive muchas veces más horas del día, con ellos se comparten cosas cotidianas y en algunos casos, se pueden hacer grandes amistades, que favorecerán el poder trabajar en equipo. Es de gran valor establecer canales de comunicación y redes de confianza con ellos y si es posible con los supervisores directos o jefes más cercanos, con el fin de generar retroalimentación cotidiana, que ayude a mejorar el desempeño.

Haciendo a un lado lo que ocurre de la dirección hacia abajo, de manera horizontal, entre compañeros, y pequeños equipos de trabajo, se recomienda establecer vías de comunicación en las que se pueda, de manera periódica, organizar reuniones en las que todos se puedan sugerir cómo mejorar. Muchas veces los roces entre compañeros de trabajo, ocurren por falta de vías de comunicación o por una estrategia poco asertiva y empática para comunicar lo que no funciona, en algunos casos, detonado por un arrebato o como reacción a un comportamiento, lo que lejos de ayudar, abre más la brecha entre miembros de un equipo, lo que puede dificultar la convivencia cotidiana.

Establecer este ejercicio periódicamente, llamado coevaluación, definiendo una manera clara para comunicarse con los compañeros puede generar mayor cohesión, capacidad de entendimiento y satisfacción.