Nadie entiende al jefe

Nadie entiende al jefe

Nadie entiende al jefe...

Una tarde escuchando los pensamientos del jefe:

 

7:00 pm

-“Ya pasó la hora de salir del trabajo, la familia está llamando pues hay que recoger a uno de los hijos en las clases de la tarde, la mayor parte del equipo se retiró de sus labores hace hora y media y todavía falta resolver el asunto del vigilante y varios pendientes con la secretaria”.

-“Una vez mas, llegaré tarde por la niña pues es imposible dejar para mañana estos pendientes, pues tengo junta con los directivos y esperan que esté todo resuelto.”

9:00 pm

-“Llegué tarde a casa una vez mas, la familia enojada porque la hija esperó y la esposa tuvo que cambiar planes para recogerla”.

-“El director está mandando mensajes preguntando si los asuntos se resolvieron y asegurándose que la presentación de la junta del día siguiente esté lista…”

-“El cansancio no me permite concentrarme en nada. Los hijos hablan y me siento cada vez más lejos, comienzan a pelear y la impaciencia me gana y termino regañándolos y mandándolos a dormir”.

-“La esposa se enoja mas, ya no la aguanto, todo le molesta… ¿qué le pasa?”

1:00 am

-“No me puedo dormir a pesar de estar tan cansado, pues los pendientes del día siguiente, comienzan a abrumarme, no estoy tranquilo con los resultados de la persona encargada de resolver una situación con un cliente, ya que la vez anterior, perdió unas ventas por no tomar decisiones a tiempo. Mañana estaré vigilándolo de cerca, para que no vuelva a pasar, pues si esto ocurre, los resultados totales de mi equipo se verán afectados y perderé el bono que necesito recibir para pagar los próximos eventos de baile de mi hija. Si pierdo ese bono, mi esposa estará mas enojada y me seguirá haciendo la vida imposible”.

2:00 am

-“Mañana, además de vigilar los pendientes que resolverá el de ventas, cuando realice la presentación a los directivos, hablaré de los problemas que estamos teniendo con el personal, cada vez hay más quejas, ha bajado la productividad y todos tienen muy mala actitud. Pediré apoyo para que el departamento de recursos humanos me ayude a resolver la situación, pero mientras, estaré muy pendiente de quien está generando los problemas, no puedo permitir que esto continúe, pues los directivos presionan cada vez mas para ver los resultados”.

3:00 am

-“Estableceré un estricto control para que nadie deje de cumplir con los pendientes… será una buena estrategia que voy a comentar con los directivos….”

6:30 am

-“Cada día me cuesta mas levantarme… y con todos los pendientes que tengo que realizar… Los hijos cada día se portan más mal, la esposa todo el tiempo reclama, nadie entiende lo que tengo que hacer para que tengan todo lo que tienen y vivan bien. Me iré rápido al trabajo para no escuchar mas reclamos y quejas”.

9:00 am

– “¿Porqué nadie cumple con sus tareas? Soy el último en irse de aquí y el primero en llegar, ahora mismo les mandaré un oficio con la secretaria indicándoles las nuevas medidas de control para que cumplan y no dejen pendientes por resolver. Cada vez la presión en la dirección es mayor, y nadie entiende que estoy en medio.”

 

Todas estas situaciones son frecuentes. Generalmente los jefes viven con la presión de resolver todos los asuntos de su área y responder ante los directivos con resultados cada vez mejores. Esa presión es como ir en una carrera para llegar a una meta, cargando una bolsa con mucho peso, lo que hace que cada vez los pasos sean más lentos y se vea la llegada más lejana.

 

Análisis de lo que ocurre

Como se puede ver, la presión cada vez se siente mayor y la estrategia utilizada para resolverlo es establecer mayores controles en las personas que tiene a su cargo, ese micromanagement o supervisión con excesivo control, que sin querer comienza a realizar, produce que las personas se sientan cada vez mas nerviosas y cometan mayor cantidad de errores, lo que genera retrasos en el cumplimiento de las metas y menor compromiso del equipo, que se siente distante de su líder quien cada vez es mas impaciente y lo refleja en un trato poco amable, irritable y exigente, entrando a un círculo vicioso del cual es difícil salir.

Todo esto, produce en el jefe ansiedad, irritabilidad y angustia pues en vez de confiar en su equipo, trata de controlarlo todo el tiempo, al no ver resultados, y sentir que no cumple con la dirección general, su impaciencia aumenta y empieza a detonar mayores problemas interpersonales, no solo en el trabajo, sino también en su ambiente familiar, pues al no dormir, está mas propenso a perder la paciencia con todos, deja de sentir empatía por sus compañeros y familia y siente que debe demostrar que puede controlar la situación, lo que en realidad no ocurre.

 

La mayor consecuencia de esto, es que trata, aunque sea, de demostrar en su casa que sí es capaz de controlar las situaciones, actuando autoritario y lejano, lo cual produce resultados contrarios a los que necesita:

 

-La pareja y la familia se empiezan a distanciar de él y la convivencia cada vez es más complicada.

 

¿Cómo lo puede resolver?

Lo primero es trabajar en el equilibrio personal. La mayoría de los jefes, cuando esta reacción se desencadena, siente que el problema es generado por algún factor detonante en el trabajo, sin darse cuenta de que el factor común en todo lo que ocurre alrededor de él, es él mismo y su impaciencia e irritabilidad.

 

Para poder detener esta cadena de situaciones destructivas se sugiere:

 

1.- Hacer una lista de todas las situaciones que generan agobio. Dividirlas en

 

  • situaciones urgentes a resolver personalmente,
  • pendientes que se pueden delegar pero se deben resolver pronto,
  • situaciones que se pueden delegar y posponer.

 

2.- Cuando delegue tareas, establezca claramente lo que espera como resultado y los pasos que considera importantes para lograrlo. Cuando se está muy estresado, se pueden omitir puntos que considera que los otros “deben saber” y cuando no ocurre lo esperado, se confirma la tesis de “no puedo delegar, porque nadie cumple”, cuando una idea buena sería revisar y tomar tiempo para describir todo lo que se espera con el fin de obtener los resultados esperados.

 

3.- Establecer límites. Los límites personales, favorecen el equilibrio. Delimitar los horarios de trabajo y tiempo personal y familiar, ayudarán a no generar competencia familiar y presión innecesaria, lo que también le ayudará a tener la mente clara para cuando sea hora de cumplir las labores, no se sienta predispuesto con su equipo por llevar horas pensando en los errores de las personas.

 

4.- Establecer rutinas que ayuden a equilibrar la vida personal. Salir a tiempo del trabajo, cumplir con los compromisos familiares, acostarse a descansar temprano, aunque no se logre conciliar el sueño y dedicar media hora diariamente a descansar la mente, practicar mindfulness o meditar, con el fin de dejar de pensar en los pendientes laborales, aclarar la mente y disminuir la irritabilidad.

 

5.-Si analiza lo que ocurre diariamente, se dará cuenta de que el tiempo en casa lo dedica a planear cosas del trabajo, que finalmente, lejos de resolver los problemas, a la larga, los complican, pues el intentar controlar todo, desata conductas erráticas y enojo en su equipo, así como desatiende su vida personal produciendo los mismos resultados que en el trabajo. En resumen, tantas horas invertidas sin dormir, sin atender a la familia y sin resolver nada, producen peores resultados.

 

6.- Confiar en su equipo y en las personas a su alrededor. Los errores ocurren diario, es cierto, pero la confianza, genera confianza. Cuando un equipo de trabajo vive aterrorizado por el control producido por el jefe, la propensión a cometer errores es mayor.

 

Si considera que eso no ha funcionado y que el desgaste personal es grande, no hay nada que perder si comienza a hacer las cosas diferentes.

 

Cierto es que los cambios no se ven de la noche a la mañana, pero cuando uno genera un cambio personal, los resultados poco a poco se van desencadenando. Resolver la situación familiar siempre es prioritario, pues muchos líderes se olvidan que el trabajo, es una fuente de desarrollo personal e ingreso económico para soportar un entorno familiar o una vida personal.

 

Cuando se logran satisfacciones laborales, aumenta la satisfacción en la vida personal. Sin embargo, cuando la vida personal a pesar de los sinsabores cotidianos es estable, todos los ámbitos (laboral, social y familiar), no solo se enriquecen sino que producen mejores resultados.

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