Estrategias para disminuir el estrés y la ansiedad

Estrategias para disminuir el estrés y la ansiedad

Estrategias para disminuir el estrés y la ansiedad

Cada día el trabajo es más complejo y demandante, el correo electrónico y las redes sociales permiten la conexión las veinticuatro horas del día, en teoría y gracias a esto, las horas de productividad “aumentan”, pero también impiden la desconexión real del trabajo, generando que muchas veces, no exista manera de disminuir la presión emocional y ansiedad que se producen por situaciones laborales e impiden lograr la indispensable recarga o recuperación emocional que se genera cuando se permite desconectar el cerebro de todos los pendientes, y así tener horas de descanso físico y mental.

 

Esto es muy importante, ya que, si se toma como ejemplo a los atletas, siempre requieren de esa recuperación indispensable para poder mejorar sus resultados, lo mismo ocurre en el ámbito emocional e intelectual.

 

A la fecha se han desarrollado varias estrategias que pueden ayudar a desarrollar la capacidad de resiliencia y promueven la felicidad y salud en el trabajo. Cada día son más las empresas que se van sumando a estas corrientes que promueven el desarrollo personal, basándose en los cientos de estudios publicados hasta la fecha, que demuestran que mientras más se trabaja en lo anterior mencionado, se facilita el desarrollo de creatividad, de mejorar el potencial productivo individual, se promueven ambientes de colaboración más amables que por supuesto obtienen mejores resultados y que en conjunto son de beneficio para toda la organización.

 

Sin embargo, muchos líderes se sienten atemorizados para realizar estas implementaciones, pues implican cambiar totalmente el esquema de “calentar la silla” por horario, a un esquema de supervisión de resultados. Está demostrado en las grandes empresas internacionales, que estas estrategias dan resultado, por lo que conviene estudiar a fondo cómo realizar la transición y aunque sea como mínimo, comenzar a implementar prácticas que ayuden a disminuir el estrés y la ansiedad.

 

¿Por qué comenzar con esto?

Principalmente, porque la inversión para capacitar a un equipo en éstas prácticas es casi nula, basta con un buen equipo capacitado en las técnicas y estrategias efectivas de difusión.

 

Y lo más importante:

Los resultados que se producen, permean a todos los miembros del equipo, generan bienestar, aumentan la buena voluntad y disminuyen los niveles de estrés.

 

Regus Group, un proveedor multinacional de oficinas con servicios, espacios de coworking, salones de negocios, oficinas virtuales, salas de reuniones y servicios de videoconferencia, con base en Luxemburgo, llevó a cabo una encuesta en 22 mil personas de diferentes áreas de negocios en cien países, demostrando que el nivel de estrés laboral en cinco años ha aumentado a un nivel en el que más de la mitad (53%) de la fuerza de trabajo reporta estar cerca del nivel de burnout o síndrome de desgaste laboral.

Así como los efectos del estrés permean en toda una organización, lo opuesto también ocurre. Cuando un miembro de un equipo experimenta bienestar, el efecto también se transmite a sus compañeros del equipo. Un estudio que realizó Gallup demostró la conexión en los niveles de bienestar entre los directivos de empresas y los miembros de sus equipos. Para realizar dicho estudio, evaluaron a 105 equipos de cinco a veintidós miembros, sumando un total de 1,740 individuos, a los cuales midieron los niveles de bienestar durante un período de tres a seis meses.

 

Se encontró que personas que tenían un nivel elevado de bienestar, en un período de seis meses, lograban aumentar en veinte por ciento el nivel del mismo en su equipo. Por ejemplo, si un jefe se preocupa por su salud y alimentación, es muy factible que promueva lo mismo entre sus colaboradores, impulsando a realizar mejores decisiones al escoger sus alimentos y apoyándolos para encontrar tiempo para realizar rutinas de ejercicios, que aquel líder que no considera prioridad su salud.

 

Un incentivo en las empresas para implementar dichos programas, es que los costos de salud cada vez son más altos debido a ausencias, rotación de personal y baja productividad, factores implícitos en la falta de bienestar, lo contrario ocurre cuando un trabajador se siente mucho mejor, disminuyendo este tipo de costos.

Lo más importante de esto, es entender y priorizar actividades que promuevan el bienestar para todos los que conforman una organización. Este tipo de actividades incluyen herramientas de desarrollo personal como entrenamiento para desarrollar resiliencia, mindfulness, animar a las personas a hacer ejercicio, practicar yoga y meditación, leer, etc.

 

Muchos piensan que practicar mindfulness es una distracción o charlatanería, consiste en desarrollar la consciencia del momento presente sin juzgar, sin embargo, investigaciones de neurociencias han demostrado que esta práctica puede sistemáticamente entrenar al cerebro y crear hábitos mentales que promueven resiliencia y productividad.

 

Un grupo de científicos de la Universidad de British Columbia en conjunto con la Universidad Chemnitz de Tecnología, hicieron un resumen de los datos obtenidos en más de veinte estudios para determinar en qué área del cerebro influye más la práctica del mindfulness. Los principales resultados indicaron que es el córtex anterior cingular, detrás del lóbulo frontal, el área de mayor influencia, siendo que es la región asociada a la autorregulación, es decir la habilidad de prestar atención y manejar el comportamiento, suprimir respuestas ofensivas y cambiar estrategias de manera flexible.

 

Otra área del cerebro que ésta práctica afecta, es el hipocampo, zona asociada a la emoción y la memoria, cubierta de receptores para la hormona del estrés: cortisol, y que se ha demostrado que puede resultar dañada a consecuencia del estrés crónico, contribuyendo en consecuencia a un daño generalizado. Se ha encontrado que personas con desórdenes relacionados con el estrés como depresión y síndrome post-traumático, tienden a tener un hipocampo más pequeño.

 

En los estudios mencionados, se halló que las personas que meditaban, demostraron un comportamiento superior en pruebas de autorregulación, resistiendo a distracciones y obteniendo un mayor número de respuestas correctas que los no meditadores. Esta parte del cerebro, también se relaciona con el aprendizaje a partir de experiencias pasadas, por lo que estimularla a través de meditar, permite mejorar las habilidades resilientes.

 

Los especialistas en neurociencias también demostraron que se beneficia la percepción, tolerancia al dolor, regulación de emociones, introspección , pensamiento complejo y sentido del ser.

 

Mientras más se estudia todo esto, se obtienen resultados que apuntan a mayores logros, por lo tanto, el mindfulness no debe ser considerada como una práctica de moda sino algo que todos los líderes de equipos deben considerar como una estrategia indispensable para mantener sano el cerebro, mejorar la autorregulación y capacidades de toma de decisiones, así como protección para sobrevivir al estrés.

 

Es importante desarrollar también las prácticas de descanso y entender que el trabajo cotidiano no es un maratón, sino una serie de sprints o lapsos en los que periódicamente se debe descansar y recargar energía. El efecto de esto, disminuye la ansiedad y el estrés de gran manera, así como el practicar la empatía y la compasión.

 

Una investigación de la Universidad New South Wales, encontró que la mejor influencia para lograr el aumento de productividad y rendimiento en una organización, es la habilidad de los líderes en invertir tiempo y esfuerzo para ayudar al desarrollo, reconocer el desempeño de su gente y recibir retroalimentación, incluyendo aquella que no siempre es positiva. La capacidad de las personas de ser compasivas, entender qué motiva al otro y crear mecanismos de apoyo, permite obtener lo mejor de cada persona. Y esto, en conjunto, se relaciona ampliamente con el rendimiento y la productividad.

 

El sentarse, respirar profundamente y comprometerse a estar presente en el aquí y el ahora, en especial cuando se realiza en comunidad, genera un gran potencial de cambio, mejora los resultados en todos los ámbitos y es el fundamento para lograr un equipo de alto rendimiento.

 

Bibliografía

Robinson, J. (NOVEMBER 27, 2012) Well-Being Is Contagious (for Better or Worse). Gallup.com

https://news.gallup.com/businessjournal/158732/wellbeing-contagious-better-worse.aspx

Congleton, C, Hözel, B, Lazar, S. (January 8, 2015). Mindfulness Can Literally Change Your Brain. HBR

https://hbr.org/2015/01/mindfulness-can-literally-change-your-brain

Fernandez, R. (January 21, 2016) Help Your Team Manage Stress, Anxiety, and Burnout. HBR.

https://hbr.org/2016/01/help-your-team-manage-stress-anxiety-and-burnout

Gelles, D. (27 february, 2015). At Aetna, a C.E.O.’s Management by Mantra.The New York Times.

https://www.nytimes.com/2015/03/01/business/at-aetna-a-ceos-management-by-mantra.html?_r=0

 

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