La carga de trabajo se define como el grupo de requerimientos psicofísicos a los que se somete un trabajador en su jornada laboral. Antiguamente, solo se medía el esfuerzo físico y ahora también se evalúa el esfuerzo mental.

Como podemos observar, el estrés laboral no solamente es ocasionado por la carga o cantidad de trabajo, sino también por la responsabilidad que conlleva en sí mismo, ya sea por la toma de decisiones relevantes, por tener situaciones graves que resolver, el ambiente laboral en sí mismo, los riesgos inherentes al trabajo y las percepciones e historia personal.

Hasta la fecha, se han realizado múltiples estudios a nivel mundial para lograr encontrar estrategias que apoyen la disminución del estrés en los trabajadores, la mayoría de los resultados obtenidos, van encaminados a ofrecer soluciones que se relacionan ampliamente con el bienestar emocional interior, pues se ha demostrado que la salud física va relacionada directamente proporcional a la salud mental y emocional.

En el área del desgaste profesional, se recomiendan programas como el manejo eficaz del tiempo y los entrenamientos para la resolución efectiva de problemas de acuerdo a las políticas y cultura de cada empresa,

Para la prevención del estrés laboral se han desarrollado diferentes recomendaciones con los objetivos de manejar el agotamiento y el desgaste mental ocasionados por situaciones de estrés constante, como la realización frecuente de ejercicio físico y poder así reducir los niveles de ansiedad, terapias de apoyo psicológico, así como terapias basadas en la aceptación y el contacto con el momento presente tales como la ACT o Terapia de Aceptación y Compromiso y Mindfulness o Conciencia Plena, que están poco a poco acumulando evidencia a favor de la utilización de las mismas en el ámbito laboral con el objetivo de prevenir y/o reducir el estrés y otros efectos negativos del entorno.

Las terapias basadas en mindfulness buscan que el individuo mejore sus capacidades de concentración en el momento presente, focalizando su energía y atención más fácilmente. Ambas comparten elementos comunes, es por ello que se suele hacer referencia a ellas de manera conjunta.

Existe otra línea de intervención a través de entrenamientos enfocados en enseñar a los empleados a ser más fuertes ante el estrés, de tal forma que éste no llegue a manifestarse como tal. Estos programas principalmente se enfocan en el desarrollo de estrategias de resistencia, resiliencia y recuperación y han demostrado ser eficaces en la reducción del estrés percibido, así como la mejora de la calidad del sueño.

Es importante señalar que recientemente se han publicado estudios sobre los efectos de intervenciones de este tipo a través del uso de foros online o plataformas web, tal como los estudios realizados en Japón por Kuribayashi y los realizados por Ridge y Ryan.

Todos estos programas cuando son llevados a conciencia por las personas, producen resultados casi inmediatos en muchísimos ámbitos del bienestar personal, lo que conlleva en la mayoría de los casos a una mayor satisfacción laboral y por ende, aumento del desempeño y productividad.