Comida saludable en la empresa

Comida saludable en la empresa

Comida saludable en la empresa: “¿Porqué el exceso de carbohidratos produce cansancio extremo y te impide sentirte alerta y activo?

Los problemas personales, la falta de sueño, el estrés y la alimentación, influyen en la salud y capacidad de concentración en el trabajo al producir cansancio excesivo, bajo rendimiento, falta de interés, irritabilidad y depresión. Un acelerado ritmo de trabajo, podría afectar al apetito y generar cambios poco recomendables en los hábitos alimenticios, como comer en forma excesiva o hacerlo compulsivamente.


Es bastante común que cuando un individuo presenta cansancio extremo o una baja en la presión arterial, se le ofrezca por costumbre popular una bebida azucarada. Estos hábitos generalizados, han hecho creer a la población que mientras más azúcar, mas energía, lo cual es inexacto. 


La relación del azúcar con el cerebro es bastante interesante y compleja, ya que cada célula del cuerpo requiere de glucosa (un tipo de azúcar) para poder funcionar, digamos que es la gasolina. El cerebro no es la excepción, por el contrario, es el órgano que consume más glucosa y cuando un individuo está trabajando con mucha concentración el consumo de ésta se eleva, disminuyendo los niveles de glucosa que circulan en el resto del cuerpo.

Eso quiere decir que cuando los índices glicémicos son bajos, (o sea, el nivel de azúcar),  el cerebro no podrá trabajar adecuadamente, igualmente, existen estudios que han demostrado que la glucosa en exceso también produce dificultades de memoria y cognitivas, por lo que lo recomendable no es suministrar una elevada cantidad en un período breve de tiempo, sino mantener al cerebro con niveles consistentes de glucosa a lo largo del día.

 

Para poder interpretar esto de manera práctica es importante entender cómo el organismo al digerir los alimentos, los va transformando o rompiendo en compuestos más pequeños y simples, como las proteínas y las grasas, que tienen variadas funciones como formar músculos y producir energía. Los alimentos además de descomponerse para obtener proteínas y grasas también se descomponen en forma de carbohidratos, cuya única función es proveer energía y se van desbaratando hasta llegar a su forma más básica que es la glucosa (como la que utiliza el cerebro).  Sin embargo, no todos los carbohidratos se descomponen igual en el organismo. Algunos, en su forma más básica, como el azúcar refinada, son rápidamente transformados en glucosa e inundan el torrente sanguíneo produciendo un fuerte aumento de energía, (a veces tan elevado que produce distracciones), pero de corta duración.

 

Inmediatamente después de que el exceso de azúcar fue ingerido, el páncreas produce insulina cuya función es indicarle a los órganos que utilicen la energía que está circulando, hasta que la glucosa es consumida por completo y se produce un “bajón” que se manifiesta como cansancio después de comer, sueño, falta de atención, pesadez, que produce un impulso de ingerir mas azúcar “para levantar el ánimo”, esto puede llevar a un círculo interminable de dependencia del dulce y a largo plazo manifestarse como  resistencia a la insulina y mas tarde como diabetes con las consabidas complicaciones que esta enfermedad produce.

 

 Por otro lado, existe otro tipo de carbohidratos, los llamados complejos, que se encuentran en frutas, verduras y granos, tardan mucho más tiempo en descomponerse en glucosa, lo que hace que ésta vaya constantemente siendo liberada en un plazo mucho mas largo de tiempo, lo que produce un mantenimiento constante de energía que puede durar toda la jornada de trabajo. 

 

Existe un fuerte vínculo entre lo que se ingiere y las emociones, mucho tiene que ver con hábitos y cultura, ya que la comida no solo cumple con la función de nutrir sino en muchos casos de proporcionar placer y disminuir el estrés, es por esto que muchas veces al sentir cansancio o algunas emociones, se busca la comida o se puede llegar a tener mala digestión cuando hay mucho estrés, por esto se ha llamado al intestino “el segundo cerebro”, ya que contiene muchas terminaciones nerviosas que los conectan y es por esta razón que llevar una dieta balanceada puede contribuir a controlar ciertas emociones. 

 

Las ofertas que el comercio presenta de manera accesible como solución para la alimentación cotidiana y rápida no siempre está relacionada con hábitos saludables, muchas veces las jornadas de trabajo y la falta de planeación personal, son pretexto para no procurarse alimentos nutritivos, lo que a la larga, ha contribuido a elevar los riesgos de obesidad, dislipidemias y problemas cardíacos  entre otros.

 

En resumen, el exceso de azúcar refinada, produce no solo adicción debido al funcionamiento de las hormonas, sino también períodos de cansancio después de comer, pesadez y falta de concentración que además de ser molestos, ponen en riesgo a las personas cuando están desarrollando actividades que requieren atención, además de todos los riesgos de salud mencionados previamente. 

 

Lo ideal para mantener una atención constante y mejorar la productividad sin poner en peligro la integridad propia y de los compañeros, comienza con una alimentación saludable. Muchas veces el pretexto para llevar esto a cabo, tiene relación con “lo costoso” que es, sin embargo, no es cuestión de dinero, sino de auto aprecio, quien realmente desea cuidar de su salud, no necesariamente necesita gastar parte de sus ingresos, muchas veces, estos se van en comida chatarra y compras de comida en la calle que no son monitoreadas o tomadas en cuenta. Mas que un gasto, lo que se requiere es una inversión de tiempo y atención a sí mismo, planificar muy bien y dedicar un dia a la semana a realizar las comprar necesarias para tener a la mano los alimentos y colaciones y tomar el tiempo para empacarlas y llevarlas al trabajo, no solo mejorará la salud a corto y largo plazo, si no también se verá reflejado un ahorro al disminuir las compras de emergencia para resolver situaciones de hambre no previstas.

 

Algunas ideas para lograr mejores hábitos alimenticios son:

-Dedicar tiempo suficiente cada día para planear los alimentos, empacarlos y tenerlos listos para el día siguiente, hará que no se consuma lo primero que se encuentra cuando hay tiempo de comer.

-Consumir preferentemente alimentos que contengan fibra y proteínas, pues favorecen la sensación de satisfacción controlando  el apetito por mas tiempo.

-Llevar la comida a la oficina, o por lo menos, colaciones saludables.

-Evitar consumir alimentos con alto contenido de azúcar refinada.

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