¿Qué se debe hacer?

• Mantenga la calma. Los testigos suelen tener miedo, y esto no ayuda
• Con cuidado recueste a la persona en el piso
• Voltee a la persona suavemente hacia un lado. Esto la ayudará a respirar
• Ponga la cabeza de la persona sobre algo suave y plano, como una chaqueta doblada
• Si tiene anteojos, quíteselos
• Suéltele la corbata o cualquier cosa que tenga alrededor del cuello que pueda dificultar su respiración
• Registre el tiempo de la crisis epiléptica para determinar cuánto tiempo dura
• Evite las lesiones quitando los objetos puntiagudos del camino y protegiendo a la persona del tráfico y otros peligros
• Haga que la persona esté lo más cómoda posible
• Mantenga a los espectadores alejados y explíqueles qué está sucediendo si es necesario
• Permanezca con la persona hasta que acabe la crisis epiléptica.
• Sea sensible y comprensivo y pídales a los demás que se comporten de la misma manera.

No haga lo siguiente:

• Intentar sujetar o parar los movimientos, debe tratar solamente de despejar el entorno de cualquier objeto con el que pueda golpearse al convulsionar
• Poner nada en la boca de la persona porque podría lesionarle los dientes o la mandíbula. Una persona con una convulsión no se puede tragar la lengua
• Darle a la persona agua, alimentos o píldoras a menos que esté completamente alerta
• Utilice la respiración artificial (ayuda para respirar), a menos que la persona no esté respirando

Cuando terminen las convulsiones, intentar tranquilizarle, hablarle, referirle lo ocurrido y propiciar el descanso. Después de este tipo de episodios, se produce somnolencia y mucho cansancio. Lo ideal es retirarse del trabajo una vez recuperado por completo y si es posible, con algún acompañante.

Paro cardíaco

Un ataque al corazón (o infarto) ocurre cuando se obstruye de repente el flujo de sangre que llega al corazón y este no puede obtener oxígeno. Si el flujo sanguíneo no se restablece rápidamente, esa parte del músculo cardíaco empieza a morir.

Los síntomas del paro cardíaco comprenden:

● Molestias o dolor en el pecho. Consisten en presión que causa incomodidad,
opresión, sensación de llenura o dolor en el centro o el lado izquierdo del pecho,
que puede ser leve o intenso. Estas molestias o dolor a menudo duran más de
unos minutos o desaparecen y vuelven a aparecer
● Incomodidad o dolor en la parte superior del cuerpo (en un brazo o en ambos, en
la espalda, hombros, cuello, mandíbula, los dientes, y, en ocasiones, la parte superior del abdomen)
● Dificultad para respirar que puede presentarse con las molestias del pecho o antes
de éstas
● Náuseas, vómito, aturdimiento leve o mareo súbito, y sudor frío

Busque ayuda rápidamente

Reaccionar de inmediato a la primera señal de síntomas de un infarto le puede salvar la vida y limitar el daño que sufrirá el corazón. El tratamiento será mejor cuando se inicia inmediatamente después de que se presentan los síntomas, por lo que es importante conocerlos para poder identificar si un compañero de trabajo está en esa situación.

¿Qué hacer?

Actúe si tiene seguridad de lo que va a hacer, si duda, es preferible no hacer nada, porque es posible que el auxilio que preste no sea adecuado y que contribuya a agravar al lesionado.

Mantener la calma: Transmitir tranquilidad y confianza a la persona que está sufriendo el percance y a aquellos que se encuentren cerca.

Acueste a la persona con la cabeza y los hombros elevados y apoyados (utilizar almohadas o cojines).

• Afloje cualquier prenda de vestir ajustada
• Pregúntele si toma medicamentos para el dolor torácico (pecho), como nitroglicerina, por una enfermedad cardíaca conocida y ayúdele a tomarlo
• Si el dolor no desaparece rápidamente con el reposo o al cabo de 3 minutos después de haber tomado la nitroglicerina, solicita ayuda médica urgente y asegúrate de que viene en camino, en caso de tener un hospital cercano, de ser posible, trasladar al afectado a una institución médica

Si la persona está inconsciente y no reacciona, llamar al número local de emergencias (911) y luego iniciar la reanimación cardiopulmonar (RCP) si ha sido entrenado para proveerla, de lo contrario, se recomienda solamente hacer compresiones en el pecho (alrededor de 100 a 120 compresiones por minuto).

Inmediatamente después, hay que poner a la persona en posición de recuperación:

● Ponerse de rodillas a su lado
● Colocar el brazo de la persona que está más alejado de quien ayuda, hacia fuera
en ángulo recto con el cuerpo del socorrista
● Colocar el brazo más cercano por encima de su pecho
● Doblar hacia arriba la rodilla de la pierna más cercana a quien ayuda, la otra
pierna debe estar recta
● Mientras sujeta su cabeza y su cuello, voltea a la persona hacia el lado contrario
● Cuando esté de lado, desplaza la pierna levantada flexionada por la rodilla de
forma que la rodilla toque el suelo

¿Qué no se debe hacer?
• Dejar a la persona sola, excepto para pedir ayuda de ser necesario
• Permitir que la persona niegue los síntomas y lo convenza a usted de no solicitar ayuda de emergencia
• Esperar a ver si los síntomas desaparecen
• Dar por vía oral cualquier cosa, a menos que le hayan recetado un medicamento para el corazón (como la nitroglicerina)

Pérdida de conocimiento, desmayo o lipotimia

Es la pérdida de consciencia breve, superficial y transitoria, debida a una disminución brusca del flujo sanguíneo cerebral.

A muchas personas, las emociones fuertes como la ansiedad, el exceso de calor, la fiebre, permanecer en un sitio cerrado o el estrés les puede producir desvanecimientos, sensación de perder el conocimiento o desmayos. Asimismo, las personas que se realizan extracciones de sangre o las que tienen la presión arterial baja pueden ser más proclives a padecer lipotimias.

Otras causas pueden ser: nivel bajo de glucosa en sangre, hambre, deshidratación, incorporarse rápidamente desde una posición estando acostado o el consumo de alcohol o drogas.

Cuando una persona va a sufrir una lipotimia presenta sensación de un inminente desmayo, que no necesariamente se produce y una serie de signos característicos:

• Vértigo
• Cansancio
• Miotonía (relajación de los músculos después de contraerse, sensación de estar “flojo” )
• Palidez
• Dolor de cabeza
• Trastornos visuales
• Mala audición
• Sudoración excesiva
• Ocasionalmente dolor estomacal

¿Qué hacer?

• Ayudar para que la persona desmayada caiga al suelo sin hacerse daño
• Aflojar la ropa, cinturones y todo lo que pueda restringir el flujo sanguíneo. Tratar
  de despejar el entorno y refrescar el ambiente
• Colocarla bocarriba y con los pies a una altura mayor que la cabeza, con el fin de
  que la sangre circule más rápido y se oxigene el cerebro
• En caso de no perder el conocimiento, ponerse en posición sentada con la cabeza entre las rodillas
• Es necesario mantener acostada a la persona por lo menos diez a quince minutos
  y no permitirle pararse bruscamente
• Frotar alcohol en las muñecas, manos y nuca, refresque la frente con compresas de agua fría
• Averiguar si el paciente es diabético o en caso de no saberlo, mantenerlo vigilado y en caso de pérdida de conciencia pedir ayuda pues puede ser causado por una hipoglicemia

¿Qué se debe evitar?

Poner alcohol en la nariz o acercarlo a las fosas nasales para olerlo.

El contacto del alcohol con la mucosa nasal pudiera ocasionar rinitis o generar que se revienten vasos sanguíneos en la nariz, provocando sangrado y si llegase a caer en los ojos al impregnar la cabeza o frente, se corre el riesgo de una lesión química ocular, además, es igual el tiempo de recuperación si se deja al paciente prácticamente sin nada y se elevan las piernas o se pone la cabeza entre las rodillas, que si se aplican esos remedios.

El alcohol en lugar de ayudar, provoca una mayor irritación en la respiración del paciente y sensación de ahogo, lo que puede resultar contraproducente.

Cuando una persona sufre un desmayo lo que se debe hacer es revisarle los signos vitales como: la respiración y pulso, si estos están funcionando con normalidad la persona despertará sola, pero si se detecta lo contrario debe ser llevada de forma inmediata al  servicio médico.

Asfixia

Los atragantamientos son muy frecuentes, (Obstrucción de la vía aérea que impide que el oxígeno llegue a los pulmones, llegando a provocar la pérdida de consciencia). Se producen cuando un objeto extraño se aloja en la garganta o en la tráquea y bloquea el flujo de aire. También se puede producir asfixia por broncoespasmo, problemas cardíacos, golpes fuertes.

El signo universal del atragantamiento es agarrarse la garganta con las manos. Si la persona no manifiesta la señal, hay que buscar estas indicaciones:

● Incapacidad para hablar
● Dificultad para respirar o respiración ruidosa
● Sonidos como chirridos al tratar de respirar
● Tos, que puede ser débil o fuerte
● La piel, los labios y las uñas se vuelven azules u oscuras
● La piel se enrojece y luego se pone pálida o azulada
● Pérdida del conocimiento

Si la persona puede toser con fuerza, debería seguir tosiendo. Si la persona se está atragantando y no puede hablar, gritar ni reírse con fuerza, la Cruz Roja Americana (American Red Cross) recomienda un abordaje de cinco golpes y cinco compresiones para brindar primeros auxilios.

La American Heart Association (Asociación Americana del Corazón) no enseña la técnica de golpes en la espalda, solo los procedimientos de compresiones abdominales. 

Debido a que el atragantamiento interrumpe el oxígeno que va al cerebro, es indispensable brindar primeros auxilios lo más rápido posible.

¿Qué hacer en caso de asfixia?

Primero que nada, aflojar la ropa alrededor del cuello y cintura.

La mayoría de los casos se resuelven gracias a que al reflejo de la tos es suficiente para limpiar las vías respiratorias cuando un poco de líquido, saliva o una pequeña porción de comida hace pasar un mal rato. Sin embargo, hay ocasiones en las que se produce una obstrucción que puede tener un desenlace fatal.

Si la víctima del atragantamiento puede toser, lo mejor es no intervenir para dejar que el reflejo natural de la tos haga su trabajo y no palmear la espalda de la persona atragantada si está de pie o sentada, pues el cuerpo extraño podría desplazarse aún más adentro.

Sin embargo, si la tos no está surtiendo el efecto deseado y la persona se debilita, se le puede ayudar a doblarse por la cintura e inclinarse mucho hacia delante, de este modo, si el cuerpo extraño se mueve, será hacia afuera y no hay peligro de que se encaje aún más en las vías aéreas.

Si la víctima no logra toser es porque sus vías respiratorias están totalmente obstruidas y corre peligro de morir por asfixia en pocos minutos. En estos casos, es importante actuar con calma y rapidez, empezando por preguntarle a la víctima si se está ahogando. Si la respuesta es sí, decirle que va a recibir ayuda, para que no se asuste cuando al ser manipulada.

La maniobra de Heimlich no es difícil, pero hay que tener en cuenta las características de la víctima, ya que en menores de 12 meses no es recomendable hacerla por las lesiones que puede causar y el procedimiento es diferente. Si el niño es mayor, hay que procurar adaptar la fuerza a ejercer a la edad y tamaño del niño, y sentarse o arrodillarse para adecuarse a su estatura.

Los primeros auxilios en caso de asfixia pueden salvar una vida, pero mal administrados pueden ser perjudiciales para el afectado.

Por lo anterior, es importante  diferenciar antes de aplicar los primeros auxilios si la persona es:

● Un adulto
● Un niño
● Una mujer embarazada
● Obesos

Lo que se debe realizar para hacer compresiones abdominales (maniobra de Heimlich) a otra persona es lo siguiente:

● Colocarse detrás de la persona. Poner un pie ligeramente delante del otro para mantener el equilibrio. Pasar los brazos alrededor de la cintura. Inclinar a la persona ligeramente hacia adelante. Si es un niño quien se está atragantando, arrodillarse detrás de él
● Cerrar el puño de una mano y colocarlo ligeramente encima del ombligo de la
persona
● Toma el puño con la otra mano. Presiona fuerte el abdomen con una compresión
rápida y ascendente como si se intentara levantar a la persona
● Hacer entre 6 y 10 compresiones abdominales hasta desplazar la obstrucción.
Si solo hay un reanimador, es importante hacer compresiones abdominales antes de llamar al 911 o al número local de emergencias para solicitar ayuda. Si hay otra persona disponible, sería ideal que llamara para solicitar ayuda mientras otra persona lleva a cabo los primeros auxilios.

Para despejar las vías respiratorias de una mujer embarazada o una persona obesa:

● Colocar las manos en una posición más elevada que con la maniobra de Heimlich normal, en la base del esternón, justo por encima de la unión de las costillas inferiores
● Proceder como con la maniobra de Heimlich, presionando fuerte en el pecho, con una compresión rápida
● Repetir la operación hasta que la comida u otra obstrucción se desplace. Si la persona queda inconsciente, seguir los próximos pasos

Para despejar las vías respiratorias de una persona inconsciente:

● Colocar a la persona bocarriba sobre el piso, con los brazos a los costados
● Despejar las vías respiratorias. Si la obstrucción es visible en la parte posterior de la garganta o a la altura de la garganta, llevar un dedo a la boca y sacar el objeto que causa el bloqueo. No intentar sacar el objeto si es visible. Es importante tener cuidado de no empujar el alimento o el objeto más hacia adentro de las vías respiratorias, lo cual puede pasar con facilidad en los niños pequeños
● Comenzar la RCP si el objeto permanece allí y la persona no responde después de tomar las medidas anteriores

Las compresiones en el pecho usadas en la RCP pueden expulsar el objeto. Recuerda volver a revisar la boca de vez en cuando.

Para realizar compresiones abdominales (maniobra de Heimlich) a uno mismo: Primero, si se encuentra solo y hay atragantamiento, llamar al 911 o al número local de emergencias inmediatamente. Posteriormente, realizar compresiones abdominales para desplazar el elemento.

● Colocar un puño apenas por encima del ombligo.
● Sujetar el puño con la otra mano apoyándose sobre una superficie dura (el respaldo de una silla funciona de maravilla).
● Empuja el puño hacia adentro y hacia arriba.

Para despejar las vías respiratorias de un bebé menor de 1 año de edad que se está atragantando:

Sentado, sostener al bebé boca abajo sobre tu antebrazo, el cual debe estar apoyado en tu muslo. Sostener la cabeza y el cuello del bebé con la mano, y coloca la cabeza más abajo que el tronco.

● Darle golpes suavemente, pero con firmeza, cinco veces en la mitad de la espalda con la base de la palma de la mano. La combinación de la gravedad y los golpes en la espalda debería liberar el objeto que produce el bloqueo. Tener cuidado de mantener los dedos apuntando hacia arriba para evitar golpear al bebé en la parte posterior de la cabeza

● Si el bebé todavía no respira, sostenerlo bocarriba sobre el antebrazo, apoyado sobre el muslo y con la cabeza más abajo que el tronco. Hacer cinco compresiones rápidas en el pecho del bebé, colocando dos dedos en el centro de su esternón. Presionar hacia abajo 4 cm aproximadamente y dejar que el pecho vuelva a elevarse entre una compresión y otra

● Si no comienza a respirar nuevamente, repetir los golpes en la espalda y las compresiones en el pecho. Buscar asistencia médica de urgencia

● Comenzar la RCP del lactante si una de estas técnicas abre las vías respiratorias pero el bebé no comienza a respirar.

Si el niño es mayor de 1 año y está consciente, solo hacer compresiones abdominales. Es importante asegurarse de no ejercer demasiada fuerza para evitar lesiones en las costillas o en los órganos internos.

La técnica de compresión torácica es la siguiente:

1. Coloquese a un lado de la víctima que deberá estar acostada con la espada hacia el suelo, si este no fuera el caso colóquela bocarriba con cuidado y precaución, podría tratarse de una persona lesionada del cuello, por consiguiente trate de hacer los movimientos de tal manera que la cabeza, el tórax y las piernas se muevan alineadas.

2. Coloque el talón de la mano en el centro del pecho de la víctima. Coloque la otra mano encima de la primera y entrelace sus dedos.

3. Haga una rotación de sus antebrazos hacia el frente y ponga sus brazos lo más firme que pueda posicionando su espalda completamente recta.

Comprima procurando hundir el tórax de la víctima al menos 5 centímetros de con cada compresión y a un ritmo de al menos 100 compresiones por minuto. Debe permitir que el tórax se expanda completamente para producir un flujo sanguíneo adecuado, es decir que los tiempos de compresión deberían ser exactamente iguales a los de la expansión. Trate de minimizar las interrupciones al máximo.

Lo más importante siempre, es mantener la calma. Es importante que en toda organización, exista un  programa de capacitación en donde los empleados asimilen conocimientos sobre cómo comportarse durante una emergencia, cómo prestar o recibir primeros auxilios, participando en cursos certificados y saber claramente cuándo y cómo deben comunicarse con los organismos.