La atención podría describirse como un foco de notoriedad que concentra la conciencia de un individuo en una faceta particular de su entorno, una tarea en particular o en los pensamientos en su cabeza. La capacidad de prestar atención a cosas importantes, e ignorar el resto, un rasgo primordial que ayudó a los primeros humanos a sobrevivir y evolucionar. Ahora, es una habilidad que puede ayudar a niños y adultos a tener éxito en la escuela, en el trabajo y en sus relaciones personales y sociales.
La concentración en el trabajo nos ayuda a decidir las tareas que debemos realizar primero y las que debemos dejar para otro momento, evitar distractores que merman la productividad individual y por tanto del equipo y a volver el tiempo más productivo y así poder terminar las tareas en tiempo evitando quedarnos más de lo deseado en el trabajo.